De acuerdo con el Informe Anual de la Asociación de Fondos Mutuos de Chile (AFM), al cierre de 2020, el patrimonio promedio efectivo administrado por la industria de los fondos mutuos llegó a los 68.832 millones de dólares.

Lo anterior significa un crecimiento acumulado de 180% en la última década, lo que da cuenta de su alta penetración en la economía nacional.

Ahora bien, entre estos instrumentos de inversión destaca los de renta fija-estrechamente relacionados con la industria inmobiliaria-, como una alternativa viable para inversionistas con baja tolerancia al riesgo.

Pero ¿qué son y cómo funcionan los fondos mutuos de renta fija?

En líneas generales, los fondos mutuos hacen referencia al patrimonio constituido mediante aportes (también cuotas de participación) de personas naturales y jurídicas.

Estos aportes son invertidos en un portafolio de instrumentos nacionales o extranjeros, que componen una cartera diversificada y administrada por sociedades anónimas, conocidas como Administradoras Generales de Fondos.

Y en función del tipo de instrumentos en que se invierta el capital, pueden ser clasificados en:

  1. Fondos mutuos de renta variable: el capital es invertido en instrumentos cuyo valor y rentabilidad fluctúan de acuerdo con diferentes variables, como el valor del mercado, la solvencia del emisor y las condiciones macroeconómicas. Se caracterizan por tener un mayor riesgo, pero una mayor rentabilidad esperada
  2. Fondos mutuos de renta fija: son aquellos que invierten en instrumentos que entregan una tasa de interés establecida (fija) por un tiempo determinado, como los bonos y los instrumentos de deuda emitidos por el estado y entidades financieras, o respaldados por bienes inmuebles. También pueden hacer parte de esta categoría las inversiones inmobiliarias con rentabilidad fija. Se caracterizan por ser de muy bajo riesgo, aunque las utilidades suelen ser más bajas que en la renta variable.

Así las cosas, al hablar de qué es un fondo mutuo de renta fija puedes decir, en pocas palabras, que es aquel que te garantiza una rentabilidad permanente en un periodo de tiempo determinado y con un riesgo bajo.

Tipos de fondos mutuos de renta fija

Al invertir en fondos mutuos tienes una flexibilidad difícil de encontrar en otras alternativas de inversión. De acuerdo con la AFM, existen más de 2.000 alternativas.

En el ámbito de la renta fija, invertir en fondos mutuos de diferentes características:

  1. Fondos mutuos de renta fija de corto plazo: se invierte en depósitos a plazo, títulos de deuda, pagarés y bonos bancarios o de empresas con una duración menor o igual a un año a la fecha de valorización del fondo.
  2. Fondos mutuos de renta fija de mediano y largo plazo: se invierte en instrumentos similares a los anteriores, pero con una duración que supera los 365 días a la fecha de valorización del fondo.

Así es cómo funcionan los fondos mutuos. Sin embargo, siempre debes tener presente que una de las principales características de los fondos mutuos es que la rentabilidad se mide por la variación experimentada en el valor de su cuota, calculada de forma diaria y en la cual se descuentan la comisión de administradora y las comisiones de entrada o de salida. 

La clave de una buena elección está en que tengas muy bien definida tu tolerancia al riesgo y operes con administradoras de reconocida trayectoria.

No obstante, siempre resulta muy conveniente la rentabilidad asociada a las inversiones inmobiliarias. Si deseas conocer más sobre qué es un fondo mutuo de renta fija y acceder a oportunidades de inversión en ellos, visita el portal de Alborada Inmobiliaria.