Los pasos a seguir para conseguir un crédito hipotecario son muy simples. Sin embargo, todo el proceso está asociado a una serie de conceptos nuevos propios del mundo financiero que pueden ser difíciles de entender. 

¿Qué es el “pie”? 

Este concepto se refiere a un porcentaje del valor total de la propiedad que debes financiar con tu dinero, es decir, no forma parte del préstamo que utilizarás para adentrarte en el mundo de los bienes raíces. 

El valor puede variar según una serie de factores como el banco con el que te encuentres tramitando el crédito, tus inversiones activas, el saldo disponible en tu cuenta corriente, entre otros. Para conocer cuál es tu capacidad de ahorro, el banco realiza una evaluación de estos aspectos para definir el máximo de dinero que puede entregarte. Lo recomendable es que esta cifra siempre debe estar dentro de tus parámetros de ingresos mensuales. 

¿Cómo se relaciona con el crédito? 

Como el “pie” no forma parte del préstamo otorgado por el banco, mientras más alto sea el porcentaje de este, menor será el valor de las cuotas que tendrás que pagar en el crédito hipotecario. 

Supongamos que te encuentras en búsqueda de apartamentos en venta. El banco luego de evaluar tus ingresos, podría decir que está dispuesto a otorgar un crédito hipotecario al 60% durante 30 años. Esto significa que el 40% del valor total de la propiedad deberá salir de tu bolsillo al momento de la compra y el resto se divide en cuotas a las que se le suman intereses y costos asociados como por ejemplo, los seguros. 

La razón por la cual los bancos no financian el 100% de la compra de un inmueble, es por el riesgo asociado a otorgar créditos. El pago del “pie” es una forma para que las personas acrediten que tienen la solvencia suficiente para continuar pagando las cuotas por la cantidad de años que pacten el préstamo. 

El “pie” en la  inversión: 

Si estás buscando invertir en propiedades, aún más importante que el valor de la cuota del préstamo, es la rentabilidad asociada a la ubicación del proyecto inmobiliario. Considerando que una parte del valor total deberás financiarla sin apoyo. 

En ese sentido, un menor “pie” en cuotas se traduce en una mayor deuda lo que significa un mayor riesgo en la promesa de compraventa. Además, debes considerar que el uso de tarjetas de crédito para pagar el pie, equivale a asumir una deuda crediticia paralela a la deuda hipotecaria.

 

¿Qué opciones existen para pagar el “pie”? 

Las políticas bancarias establecen que el valor total del “pie” debe ser financiado con recursos propios. Pero, actualmente los procesos de compras de propiedades nuevas o departamentos en blanco, permiten múltiples opciones de financiamiento como pago con transbank que permite pagar el pie hasta en 18 cuotas sin intereses, independiente del momento en que se compre y/o entregue la propiedad o pago con créditos de consumo. 

Ahora que ya conoces los conceptos del proceso de solicitud de un crédito hipotecario, haz la prueba. En Alborada contamos con los mejores proyectos inmobiliarios: casas y departamentos  listos para ti. ¡Conócenos!